Por el estudio suelen pasar más bebés que niños de 9 años. Por eso la época de comuniones me gusta tanto. Las sesiones son diferentes, mis modelos más complejos pero también muy participativos. Me río mucho con ellos y son sesiones que disfruto mucho, hablando ya con mini hombrecitos y mini mujercitas.

«Mis niños» ya están celebrando su gran día. Y yo mordiéndome las uñas porque pasase para poder enseñaros la de fotos y trabajos bonitos que estamos haciendo este año. También es una alegría saber que todo salió bien, que la gente quedó encantada de ver las fotos y que, lo difícil y más importante, les encantaron a mis propios modelos. Sí, que sin duda es muy importante que las fotos gusten a los padres, pero ellos ya tienen su propio gusto y su criterio. Y también es importante que las fotos de Comunión que les queden sea una parte bonita de sus recuerdos.

 

 

BOOK COMUNIÓN : MARIO

Como los primos de Mario ya habían pasado por el estudio años anteriores para lo mismo, las expectativas eran muy altas 🙂 aunque la ventaja es que también la confianza en los resultados era total. Siguiendo mi filosofía de adaptar las sesiones a cada familia, mientras sus primos únicamente hicieron su sesión vestidos de Primera Comunión, Mario y su hermana Cristina tuvieron un poco de todo: fotos de Comunión, fotos más de sport jugando entre ellos y con uno de los maravillosos tipis de Tipilandfactory, y fotos de toda la familia jugando juntos.

 

 

Quiero dividir su sesión en dos publicaciones, y aunque hoy os mostraré alguna de la parte de la sesión más informal, quiero dedicar una publicación exclusivamente a ello más adelante.

Os enseñaré también fotos con las cosas que decidió traer, sus grandes hobbys: arreglar y montar cosas (con su caja de herramientas profesional) y la música (con su flauta travesera). Pude disfrutar en directo de algunas canciones, y fue maravilloso… ¡¡qué bien se le da!!