Este pequeñín de 6 meses vive en Sonseca, Toledo. Yo, que soy de esas personas a quienes le horrorizan las ciudades grandes y he huido hacia las afueras de Madrid (¡¡campo y sierra!! Perfecto..), disfruté de las vistas de Toledo, maravillada ante campos verdes y explanadas de flores, más bonito que nunca tras haber llovido.

Cuando llegué conocí a Marcos y su familia… y es que esta vez no puedo decir que sólo conociese a sus papás, porque tuve ocasión de conocer a muchos de los miembros de una familia encantadora… e incluso la oportunidad de tener a dos estupendas ayudantes durante toooda la sesión.. las primas de Marcos!!

Siempre digo que yo formo parte del 80 por ciento de mis trabajos, aportando calidad, ideas, composición y toque final… pero el 20 por ciento restante lo pone la familia, su disposición, sus ganas de disfrutar el momento, de tener un recuerdo inolvidable… y esta familia sin duda lo dio todo… por lo que los resultados no podían haber sido mejores.

He visitado muchas casas a lo largo de estos años, bonitas, modernas, impactantes, … pero esta vez visité la casa de mis sueños.. todos tenemos nuestras pequeñas debilidades y la mía son sin duda los animales. Fuera del recinto de la propia casa (preciosa por cierto), tenían un terreno con un huerto, un espacio con unas poquitas ovejas y cuatro corderitos!!!!! y un espacio para faisanes con los pollitos faisanes corriendo por en medio del huerto.. y que por supuesto incluimos en la sesión!!

Así que con el cariño y la alegría que desprendía esa gran familia y todos aquellos misterios de la parcela no era de extrañar que Marcos si no es de los niños más felices del mundo, sí es de los niños más felices que conozco… todo le parecía bien! Le cambiaban ropita y sonreía, le disfrazaban y sonreía, le ponían gorritos y sonreía, incluso un parche en el ojo como buen pirata y también sonreía!! de brazo en brazo iba de los padres a los tíos, a las primas y a los abuelos… incluso conocí a una bisabuela… y con todos sonreía!!

Ya para terminar quiero agradecer especialmente a sus papás Nuria y Paco el recibimiento que me dieron, el llevarme a probar algo típico de su tierra (rico rico!!) y en acceder a seguirme hasta un campo de amapolas que encontré en la carretera de camino para hacer unas tomas.