Siento debilidad por aquellos que volvéis. Es cierto y me es inevitable. Como os contaba en la publicación de esta mañana en Clicpequepic : 5 TIPS PARA ELEGIR TU FOTÓGRAFO , me encanta documentar las mismas familias año tras año. Me encanta cuando los niños me reconocen y se alegran de verme aunque sólo lo hagan una o dos veces al año. Cada sesión es mejor que la anterior dado que conectas con esa familia a un nivel más profundo y no hay nada mejor que que te hagan formar parte de su familia durante los instantes que dura su sesión.
FOTOGRAFÍA FAMILIAR ESTUDIO DE FOTOGRAFÍA INFANTIL EN MADRID
La sesión que os enseño hoy es del pequeño Álvaro y su hermanito Diego. En este caso no ha sido año tras año sino dos momentos paralelos en el tiempo: han venido en ambos casos con sus peques de 4 meses.
Me encontré un Álvaro tímido pero risueño. Su sonrisa y su mirada no habían cambiado con el tiempo, si bien es cierto que no era posible que se acordase de mí y nos costó un poquito debido a su timidez.
También estaban sus papás tan encantadores como entonces lo fueron. Y removieron recuerdos. Adoro tanto la sesión que les hice en aquel entonces que su foto de mamá estrellada dando un beso a Peque-Álvaro ha sido durante muchos años parte de mi muestrario más reducido: en cartelería, folletos, stands y publicidad en medios. Fue maravilloso ver su asombro cuando desplegué la lona de 3×4 metros que tengo para las ferias y se vio en gigante, el beso más grande y tierno que ha pasado por mi estudio, y mira que he tenido serios competidores pero seguiré enamorada siempre de esta foto.
Aunque no nos fue posible repetirla ese mismo día (nos faltaba el jersey), sí que la pudimos repetir cuando vinieron a por su trabajo. Álvaro estaba mentalizado con que debía hacer feliz a mamá y nos regaló unos pequeños instantes donde pudimos versionar ese Before&After /Antes&Después.
Gracias de nuevo por contar conmigo chicos!! Como veis ha merecido la pena 😉