Les conocí hace ya casi 4 años. Una Cris de voz suave y mirada dulce me pidió cita en el estudio para conocerme y recoger un cheque regalo: una sesión regalo para su pareja Nacho, a quien había conocido en las clases de inglés, y de quien poco a poco se había enamorado.
Venían de dos mundos muy diferentes: periodismo y medicina. Él, echado para alante, guasón y friky de los buenos. Ella, tímida y dulce, muy dulce. Recuerdo especialmente su sesión porque fue divertida a la par que bonita. Una hora y media que se convirtió en toda una tarde. Unas fotos que no sólo conocéis sino que han sido parte de mi publicidad y cartelería en eventos. Ese beso a contraluz tán sentido, tan real y tan tierno. Si queréis saber de lo que hablo podéis ver aquí su sesión de pareja de 2014.
Años después me encontré a una pareja que seguía mirándose con la misma ternura que el primer día. Soltando esas risas nerviosas que tan sólo sueltan los enamorados mientras desvían sus miradas, esas que terminan fundiéndose en un abrazo.
Su boda fue preciosa, en la Finca Prados Moros , en el Escorial de Madrid. Rodeados de campo, con lago y embarcadero con cisnes. Hubo momentos de muchas risas, y también espacio para lágrimas furtivas.
Aunque os enseño aquí un resumen de las fotos – en el vídeo sólo me cabían 100 – ¡¡yo hubiese colgado el triple!!
En las fotos, os enseño desde la prueba del vestido, diseñado por Clara Brea , (una verdadera maravilla).
Los zapatos son de Salo Madrid . El tocado de Puntulina Tocados daba el toque perfecto al conjunto, y el doble ramo de flores preservadas de Flores en El Columpio ese toque tan vintage.
El maquillaje y peluquería de la mano del estudio de estilismo de Javier Reyes . Segunda fotógrafa Loren Foto, fue un gran placer trabajar con ella codo con codo.
Y sin más, deseando toda la felicidad del mundo a una de las parejas más bonitas que he tenido, os dejo con unos de los recuerdos más bonitos que tendrán de ese día.