Cuando encuentro gente como los papás de Hugo, dispuesta a sacar el máximo partido siempre, disfrutando de la vida, de la familia y de ellos mismos a cada momento.. compartiendo mi misma visión… las fotografías que se obtienen son sencillamente espectaculares.

El reportaje fotográfico del pequeño Hugo lo tiene todo: multitud de sonrisas, detalles, inocencia y ternura. ¡Quedé encantada de fotografiarle!

Dentro de las muchas ideas que pusimos sobre la mesa yo también quise aportar esta vez un granito de arena muy personal… Hugo y sus papás son de la Alcarria, provincia de Guadalajara, cuyas cuestas y valles con riqueza de plantas aromáticas han propiciado el asentamiento de colmenas que producen la conocida miel de la Alcarria. Con idea de plasmarlo en las fotografías, y dado que me he aficionado al crochet en mi tiempo libre, hice un gorrito de oso que le sentó a Hugo estupendamente, combinado con unas antenitas de abeja y la propia abeja Maya que trajeron sus padres junto con un bote de miel. Tuvimos la suerte de que Hugo se durmió en la última parte de la sesión y pude sacar al pequeño osito dormido 🙂

Pero quiero contaros más acerca de la familia de Hugo, ya que su historia parece de cuento y me ha encantado…para que podáis entender el significado de cada una de las fotos de esta sesión, que sin duda tiene muchísimo de sus protagonistas.

Después de 14 años juntos, prácticamente media vida ya que empezaron a salir con apenas 15, finalmente los papás de Hugo se casaron en el 2009. Fue un momento muy especial para ellos y quisieron revivir en cierta manera algunos detalles de ese día con el pequeño Hugo.

Dado que Hugo, fruto de su amor, fue precisamente concebido en su viaje a Islandia, bajo el efecto de la aurora boreal, querían que todo esto saliese reflejado de alguna forma en el reportaje.

Quizás viajar no sea lo único que coja de sus padres, y es que viene de una familia de músicos.. dicen que eso se lleva en la sangre..

Y como no faltó de nada en la sesión, tuvimos incluso nuestra nota de humor. Por lo visto este angelito se convierte en un pequeño demonio cuando llega la hora del baño, y pese a que estábamos en el estudio, resultó fácil recrear ese momento. Seguro que cuando pasen los años se reirá al ver esta foto, y es que sus papás se tiraron pompas, se mojaron el pelo y llenaron de espuma el uno al otro, terminando la sesión a carcajada limpia 😀

Pero aunque hasta ahora hayáis visto las fotos más destacables, no os podéis perder el resto de la sesión, con tintes tiernos y divertidos.

Gracias por todo papás de Hugo! Gracias al botecito de miel de la Alcarria que me regalasteis desayuno como una reina abeja todas las mañanas :D.. está riquísima!