Una sesión de fotos de embarazo es un recuerdo único, una experiencia preciosa para compartir con tu pareja y con tus niños, y a la vez centrarte en la vida que llevas dentro, y dedicarte un momento a ti misma.
No necesitas tener experiencia previa ni haberte hecho sesiones anteriormente. Puedes incluso odiar cómo sales en las fotos y sentirte tranquila de que yo sí que voy a sacar lo mejor de ti y de esos momentos. ¿Y cómo lo se? porque llevo ya ocho años desde mi primera sesión de embarazo haciendo cientos de ellos, porque son mis sesiones favoritas, porque las vivo con tal intensidad que aunque tengáis una mínima duda de cómo saldrán, consigo que la dejéis fuera del estudio y que os dejéis llevar por mí, por la situación y la magia del momento.
Puedo decir con orgullo que me encanta mi trabajo, que doy el 120% en cada sesión y animaros a que si aún os queda una pequeña duda, leáis aquellas reseñas que muchos de los que han pasado en el último año han querido dedicar un minutito de su tiempo a dejarme en Google.
Estas semanas os iré publicando algunas sesiones de embarazo que estoy segura de que os llegarán al corazón, os sacarán una sonrisa y os harán vibrar.
SESIÓN DE FOTOS EMBARAZADA MADRID
La sesión de fotos de hoy fue un regalo especial que quiso hacerle papá a mamá. Lo prepararon con cariño, dado que siempre os animo a que le dediquéis un tiempo a pensar qué tipo de fotos os gustaría tener. La improvisación es maravillosa, no os lo negaré, pero ahondar en lo que a uno le apetece realmente y poder decidir cómo quieres que sea tu sesión, con unas expectativas creadas y finalmente cumplidas, no tiene precio.
Fue una sesión sumamente fácil, el peque, uno de los más tiernotes de los que han pisado mi estudio, se deshacía en abrazos y besos con su madre, y me dedicaba una sonrisa tras otra.
Chicos, muchas gracias por confiar en mí y mi trabajo, un abrazo!