Santi es el pequeñín que viene de camino en esta sesión, pero la sesión de pre-mamá se convirtió en la sesión de Adriana. No podía evitarlo, sucumbí a los encantos de esta pequeñaja de grandes ojos azules que fotografié en su día con apenas 5-6 días de vida.
No debería haberme sorprendido, he seguido su trayectoria (a través de Facebook) desde que nació, pero claro, hay cosas que no se pueden apreciar a través de la pantalla… y es esa dulzura que define a la pequeña Adriana, comiéndose continuamente la cámara en cualquier situación.
Sus papás, tan encantadores como siempre, no se habían olvidado de cómo posar, salta a la vista en los resultados, que me encantan.
También estaban sus perrillos Rocky y Mc Klein y no se libraron de salir en una de las fotos.
En la última parte de la sesión tuvimos la visita de Alejandro, un amigo de Adriana. Así que no fui la única pintando tripas esta vez, y ambos pintaron las de sus respectivas mamás.
A destacar el montaje de la regadera y la margarita. Como curiosidad, se nos olvidó la regadera, así que utilicé una mía, añadida con posterioridad a la imagen, eso sí, siguiendo y respetando el mismo esquema de luces que utilizamos el día de la sesión. Para que el papá pusiese los dedos de la manera correcta, utilizamos una taza de desayuno… y para sujetar la margarita, mucho celo… una sesión divertidísima chicos! Estoy deseando conocer a Santi.
La de la planta es lo más!!!, me encanta!!!, nunca paras de crear cosas nuevas!!
Amazing!