Hacía tiempo que tenía ganas de fotografiar a la pequeña Vera. Sus papás son buenos amigos desde hace muchos años y fue estupendo que se acercaran a conocer el estudio.
Vera, además de tener un nombre precioso, es una ricura. Vino enfundada en su abriguito de pantera rosa, con orejas y todo! :D. Y con los cuernecillos de reno estaba graciosísima. Es una peque muy tranquila, con una sonrisa preciosa, juzgad vosotros mismos!